En días recientes el periódico Hoy reseñó, en una columna pequeñita, la condena por el “Gran Jurado” de New York a Nelson Solano, contratista del gobierno del presidente Fernández, calificado del “Zar de la Heroína”. La información completa reza así:
Solano fue hallado culpable
“Un Gran Jurado de Nueva York encontró culpable de cargos de narcotráfico al dominicano Nelson Solano, considerado “Zar de la Heroína”, y quien fuera extraditado. Se dijo que en el país llevaba una vida de lujo y llegó a desempeñarse, incluso, como contratista de obras del Estado.”
“De acuerdo con una información, Solano Guzmán, extraditado en el 2006, se declaró culpable el 19 de octubre ante la jueza Laura Taylor Swain”.
“Antes de iniciarse el juicio, varias informaciones fueron depositadas en la Corte a manera de confidencialidad y mantenidas en bóveda”.
(HOY, 3 de noviembre 2010, pág 8ª)
Una reseña insignificante para un gran caso del narco-ganterismo internacional, manera de dar la noticia minimizada para no ofender al presidente Dominicano y a sus colaboradores de primera línea. La información señala a Solano como contratista, pero se cuida de recordar que el susodicho fue premiado con múltiples contratas valoradas en cinco mil millones de pesos, concedidas por el propio presidente Fernández a través del ministerio de obras públicas. Olvida que el referido capo se reunió con el propio presidente y con altos funcionarios del gobierno, amén de haber cultivado fuertes relaciones con el entonces ministro de Obras Públicas Freddy Pérez y en la esfera militar y policial con generales como Ventura Bayonet, Florentino y Florentino, Medina y Medina, Aquino García y Bencosme Candelier. Las fotos con Leonel Fernández y funcionarios del gobierno han sido poco difundidas y para combatir el olvido “la cucarachaquemea” la vuelve a publicar.
Nelson Solano fue capturado por la DEA, porque se sobrepasó y fue pedido en extradición. El proceso en su contra tiene mas de 2 años y las principales informaciones vertidas por él a las autoridades de EU han sido cuidadosamente archivadas como si se tratara de secretos de Estado; esta es una forma de proteger a quienes les garantizaron modalidades de lavado en calidad de contratista de obras del Estado.
Ese caso fue previo al Arturo del Tiempo Márquez, pillado en España con un cargamento de 1,200 kilos de cocaína procedente de República Dominicana. Del Tiempo Márquez también se fotografió junto a su hijo con Leonel Fernández y estableció fuertes vínculos de complicidad con el exjefe de la policía nacional Guzmán Fermín y el actual jeje de la DNCD, general Mateo Rosado, quienes lo protegieron cuando fue capturado en Puerto Caucedo un cargamento de mas de 900 kilos de cocaína pura de su propiedad en diciembre del 2009. Luego explotó el caso en España y salieron a relucir esos vínculos. El Presidente se reunió con Del Tiempo a instancia del entonces Embajador de Colombia (Narco-Estado) y dio el primer picazo de la suntuosa Torre Atiemar; el jefe de la policía lo incorporó como oficial honorífico de esa institución y puso a su jefe de seguridad, coronel Juancho Estévez, de encargado de la seguridad de la Torre y de la familia Del Tiempo, y montó negocios comunes como la Casa de Cambio “La Piedra”.
Los casos Del Tiempo y Solano son muy parecidos, siguen el mismo patrón, solo que con personajes diferentes, exceptuando el eslabón común: el Presidente Fernández y sus colaboradores, destacándose el ing. Freddy Pérez, socio de Quirino, del general Florentino y de Margarita Gómez.
Ahora resulta que el general Estévez Germosen (PN) está implicado en el caso de los dos jóvenes decapitados en San Cristóbal. Este general es hermano del tal Juancho Estévez (coronel PN) y fue jefe del departamento antinarcóticos de la policía nacional bajo el mando de Guzmán Fermín, lo que indica que las conexiones por arriba entre Estado y narcomafias posibilitaron el control de los dos mecanismos antidroga y evidenciaron que lo del narco-gobierno no es una ficción. Guzmán Fermín se quemó en la PN, pero sigue Mateo Rosado en la DNCD y Guzmán es asesor del presidente como garantía de impunidad. Mientras la discreción de la DEA y del poder judicial “americano” es la garantía de la impunidad del propio primer mandatario de la nación. A cambio se conceden contratos a la cleptocracia gringa como el de la Barrick Gold, se garantiza la impunidad de delincuentes “diplomáticos” como Hans Hertell y se le concede cualquier petición a Washington, por perjudicial que sea para el país. En fin, RD no es solo narco-Estado, sino además narco-colonia.