lunes, 15 de junio de 2009

¡CORRUPCION POR PIPA! LEONEL, LOS SUPER-NUEVOS RICOS DELICTUOSOS DE SANTIAGO Y LOS VIEJOS RICOS DE LA CAPITAL

¿Por qué José Miguel Bonetti atacó al gobierno? Cuestión de interés y de competencia espuria. Mucha rapiña y poca competitividad. José Miguel se considera el príncipe del empresariado. Un príncipe intocable, indiscutido, con preeminencia empresarial desde los doce años de Balaguer, siendo entonces muchachón. Siempre uno de los principales favoritos del régimen. Pero ahora el Príncipe pierde terreno con Leonel, porque el monarca está en lo suyo con los suyos.

La seudo-burguesía delictuosa de Santiago que encabeza el Ing. Manuel Estrella de la Cruz, Féliz García, José Clase y Fernando Capellán, todos socios y pupilos de Monseñor Agripino Núñez Collado, han ganado espacio con Leonel; primero vía sus dos últimos ministros de de obras públicas, Freddy Pérez y Víctor Díaz Rua}, y ahora también con el Jaime David. Leonel se asoció en grande a esa facción tigueril de los nuevos súper-ricos de Santiago y todos están mordiendo con fuerza el pastel. Los mismos del HOMS y del Aeropuerto Cibao.

Operan como cárteles en decadencia de Zona Franca, cárteles en auge de la construcción y nuevos pujantes cárteles de la comunicación…después de los originales vínculos de algunos de ellos primero con los avioncitos cargados de droga desde Haití y luego con el propio Cártel Quirino. Nunca olviden que el camión de Quirino fue interceptado en la autopista Duarte antes de llegar a “una impresa de Zona Franca de Santiago”, según declaraciones del ex-presidente de la DNCD contralmirante Iván Peña Castillo. El dinero fácil es agresivo, muy agresivo. Ya brincó de Santiago a la Capital y de la Capital planea asaltar la inmensa riqueza en agua, biodiversidad, reservas culturales indígenas, las grandes reservas de piedra caliza y el inmenso potencial ecoturístico de Los Haitises. El plan de expansión es vasto y con el Presidente de la República y el ministro de obras públicas de turno como socios, todo se facilita. Todas son facilidades.

Esto irrita a los Bonetti y también a los Vicini, quienes siempre han considerado dueños del país. Súper-nuevos ricos y jerarcas políticos corruptos y corruptores se han confabulado para cambiar la correlacion de fuerza cada vez más a su favor. Relativamente…porque hay que esperar el contragolpe golpe de los viejos súper-ricos. Todo esto en un país donde abunda la rapiña y escasea la competitividad, con un monarca que no cesa de pensar en él, solo en él y nada más que en él.

A CONTINUACION PRUEBAS INCONTROVERTIBLES DE LA CORRUPTELA LEONEL-ESTRELLA-FREDDY PEREZ-DIAZ RUA, A CARGO DE LOS MUCKRACKERS DOMINICANOS (CAZADORES DE CORRUPTOS).



• PORQUE LOS MUCKRAKERS.
• MANUEL ESTRELLA, LA CEMENTERA, EL GOBIERNO Y LOS HAITISES.
• ACERO ESTRELLA Y LA SUN LAND.
• VICTOR DIAZ RUA: EL SÚPER-MINISTRO SÚPER-LADRÓN.























COMO AGRIPINO SE HIZO SUPER-RICO

Sara Pérez / columnista invitada, articulo originalmente publicado en Clave Digital el Jueves, 09 de junio de 2005

READING, PA.-(Estados Unidos)-Si hay alguien que tiene razones para reírse hasta con las muelas de atrás, ante la situación social y económica que vive la República Dominicana, (exasperante y excluyente para la mayoría, pero singularmente próspera para algunos pequeños grupos), es el habilidoso rector de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, (PUCAMAIMA), monseñor Agripino Núñez Collado, cuyas dotes como genio empresarial de la Iglesia Católica nunca han sido debidamente ponderadas, al menos en público, ni por admiradores, ni por adversarios. Y el momento no puede ser más propicio para resarcir semejante injusticia.

Hace apenas unos días, el 23 de Mayo, el Aeropuerto del Cibao, S. A. dio a conocer que el monto de sus ganancias, durante su último año fiscal, alcanzó los RD$ 357.46 millones, lo que convierte a esa empresa en una de las más exitosas de los últimos tiempos en la República Dominicana y a sus accionistas, en los felices recipientes de un margen de beneficio ascendente al 40 por ciento del valor al que, por lo menos algunos de ellos, compraron sus acciones.

Pero entre todos los dueños, para ninguno, el Aeropuerto del Cibao ha resultado ser un negocio tan redondo, como lo es para la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra y para su rector Agripino, que sólo en el 2004 debieron recibir beneficios ascendentes RD$ 44 millones, 78 mil, 400 pesos, que es lo que les corresponde por la posesión de 111 mil, 956 acciones de la empresa, con la extraordinaria particularidad de no haber invertido un sólo centavo de su bolsillo en el proyecto.

Es un milagro del que se debe tomar nota, por si alguna vez hay que someter una solicitud de canonización de este destacado personaje, que si no se ha dedicado exclusivamente a ensalzar el nombre del Señor, es porque debe sacrificar su piadoso carácter, para concentrarse en el terrenal desafío de llenar las arcas de los representantes divinos, (incluyendo la propia), en el pequeño país del Trópico, azotado por la corrupción, la escasa institucionalidad, la falta de transparencia en la administración pública y en las empresas privadas, y el privilegiado acceso de ciertas élites insaciables a los recursos de la nación a la que tienen quebrada.

Fórmula infalible para el éxito económico

El secreto de los numerosos éxitos de Agripino en sus iniciativas empresariales, es tan simple como infalible: el gobierno pone la inversión, sacándola de las costillas del país y la PUCAMAIMA y/o Agripino reciben los beneficios. Al menos eso es lo que ha ocurrido en el caso del Aeropuerto del Cibao, que lejos de ser un hecho aislado, corresponde a un recurrente patrón de creación y acumulación de patrimonios privados.

En realidad, los casi 45 millones de pesos correspondientes a la PUCAMAIMA por las ganancias del año 2004 en el aeropuerto, debían estar ahora mismo en poder del Estado dominicano, que fue quien hizo la inversión por la que la PUCMM y Agripino reciben los dividendos.

Las 111 mil, 956 acciones de la PUCAMAIMA, que la colocan en el segundo lugar entre los mayores accionistas de la empresa y hacen a esta universidad beneficiaria de suculentos ingresos, fueron adquiridas a cambio de las tierras en las que está ubicado el aeropuerto. Sin embargo, las tierras del aeropuerto no fueron compradas con dinero de la PUCAMAIMA, sino con dinero del Estado dominicano. Según se registra, el entonces presidente Joaquín Balaguer regaló los terrenos del aeropuerto a los empresarios involucrados en esa empresa, quienes a su vez, los cedieron a la PUCAMAIMA.

Como se trata de tejemanejes que, a pesar de ser de interés público, se tratan de forma semiclandestina, no se conocen los detalles del proceso mediante el cual los bienes públicos acabaron en manos de la PUCAMAIMA. No se sabe a solicitud de quién Balaguer regaló los terrenos propiedad del país a los empresarios, ni se ha establecido qué tan espontánea fue la iniciativa de los desprendidos empresarios de traspasar el regalo a la PUCAMAIMA.

De lo que sí tiene constancias la República Dominicana, en pleno, es de que la capacidad de cabildeos, presiones e influencias ejercidas por monseñor Agripino Núñez no se han detenido nunca ante las puertas de ningún despacho.

Los empresarios entienden perfectamente –porque sus múltiples y muy rentables experiencias así se lo han demostrado– que ceder a Agripino, a la PUCAMAIMA y/o a la Iglesia Católica, una parte del pastel sacado del Estado, los coloca en una posición de ventaja excepcional para exigirle al gobierno dádivas, prebendas y subsidios que hay que recortar al resto del país, porque los recursos existentes no dan para saciar a los políticos, empresarios, religiosos y militares y al mismo tiempo para atender las necesidades y urgencias de la población dominicana en términos colectivos.

Las acciones del Baninter

Otro de los bienes públicos que han ido a engrosar los patrimonios privados de un grupo de empresarios de Santiago, la PUCAMAIMA y Agripino, son las acciones que el fraudulentamente quebró Banco Intercontinental, (BANINTER), tenía en el Aeropuerto del Cibao.

El Gobierno dominicano, entonces presidido por Hipólito Mejía, decidió asumir el pago de más de 55 mil, millones de pesos que se habían evaporado entre las manos de los dueños y principales directivos de BANINTER.

En esas circunstancias, algunas de las propiedades de BANINTER pasaron al Estado dominicano, que se supone debía resarcir con ellas, al menos parcialmente, la tremenda pérdida de fondos públicos en la que incurría el gobierno, para tapar el hoyo financiero de un banco privado.

Sin embargo, el gobierno cedió las acciones de BANINTER que estaban en su poder, a los dueños del Aeropuerto del Cibao, mediante una transacción cuyos primeros detalles precisos, aparecieron hace apenas algunos días, en las memorias oficiales del año 2004, del Aeropuerto del Cibao S. A.

En la página 36 de esas memorias dice que “En el año 2004 fueron readquiridas 22 mil, 310 acciones del Banco Intercontinental, S. A., por encima de su valor nominal. Este valor de capital pagado en exceso fue de RD$17,690,000.00”.

El dato tiene un pequeño error matemático y dos imprecisiones de mayor envergadura. El error matemático, atribuible quizás a algún problema de la calculadora que usaron los dueños del aeropuerto para cuadrar los números, consiste en que si se pagan RD$17,690,000.00 por 22,310 acciones, cada acción sale por RD$793 pesos, es decir, RD$207 pesos menos que el valor nominal de cada acción del aeropuerto, que asciende a RD$1,000 pesos, según las propias memorias del aeropuerto correspondientes al año 2003. O sea, no se compraron las acciones por encima de su valor nominal, sino por debajo de él.

Eso conecta con la primera imprecisión de envergadura. El valor nominal de las acciones de una empresa casi nunca es sinónimo del valor real de la misma y mucho menos, si el margen de beneficio anual es de un 40 por ciento del valor nominal de las acciones, como en el caso del aeropuerto.

Así, aunque el valor nominal de una acción del Aeropuerto Cibao sea de RD$1,000 pesos, eso no quiere decir que alguien pueda comprar por RD$1,000 pesos ninguna acción de esa empresa. En realidad, con RD$1,000 pesos, lo único que puede comprarse en el Aeropuerto Cibao, son dos cafés, dos quipes y un llaverito de los que tienen la estampa de la Virgen de La Altagracia enchapada entre dos pegotes de plástico.

El valor real de las acciones del Aeropuerto Cibao lo determina el mercado, es decir, la relación entre oferta y demanda. Ahora mismo, es muy difícil establecer a cuánto asciende el valor real de las acciones del aeropuerto, porque para tener un número preciso se necesitaría una transacción concreta, en la que se establezca, por cuánto venderían los dueños y cuánto estarían dispuestos a pagar los adquirientes.

Los que escasean no son tanto los que deseen comprar, sino los que quieran vender. ¿Quién querría desprenderse de la copropiedad de una empresa tan exitosa en tan poco tiempo?

Muy pocas inversiones financieras, comerciales o industriales de la República Dominicana están dejando un margen de beneficio anual de un 40 por ciento sobre el valor nominal de las acciones, así es que quienes disfrutan de tan promisoria situación, no suelen tener interés, ni prisa, en salir de ella.

La excepción es el Estado dominicano, que vendió las acciones de BANINTER, a RD$ 793 pesos, un precio que se sabe ridículo no sólo con relación al valor real de las acciones, sino inferior incluso al valor nominal de las mismas. No todo el mundo tiene la suerte de encontrarse con esas gangas.

El negocio de capar perros

Esto es lo que lleva a la segunda imprecisión de envergadura: ¿En qué fecha exacta se hizo ese negocio de capar perros? Lo que las memorias oficiales del Aeropuerto del Cibao dicen es que fue en el 2004, pero en ese año hubo un cambio de gobierno y no se sabe con certeza quién le hizo este regalo de las acciones del BANINTER a Agripino, la PUCAMAIMA y al grupo de empresarios de Santiago.

¿Fue el Presidente Leonel Fernández, que también ha decidido hacer un espléndido aporte de 25 millones de dólares al mismo grupo del aeropuerto, para que termine de construir con fondos públicos, una clínica privada en Santiago?

¿O sería Hipólito Mejía? ¿Es posible que el mismo presidente que decidió sacrificar al país para pagar la deuda privada del hoyo de BANINTER haya optado al mismo tiempo por regalar lo poco que se recuperó de ese naufragio?

Muchos, incluyendo algunos accionistas del aeropuerto, aseguran que fue Hipólito. Esto supondría que mientras el Cardenal (Su Eminencia Reverendísima Nicolás de Jesús López Rodríguez, Arzobispo Primado de América), la Conferencia del Episcopado y algunos curas denunciaban desde los púlpitos, con sobradas razones, la corrupción, la irresponsabilidad y el desorden del gobierno de Mejía, por debajo de la mesa, algunos jerarcas de la Iglesia Católica, en representación de ellos mismos y de un grupo de empresarios santiaguenses, gestionaban y conseguían ante el Poder la entrega de bienes públicos, aparte de diversos privilegios, regalos y prebendas.

El Estado como sirviente doméstico (dícese “chopo” en la lengua popular más despectiva)

También durante el gobierno de Mejía y según consta en las memorias más recientes del aeropuerto, la PUCAMAIMA, Agripino y los empresarios consiguieron la emisión de varios decretos destinados al provecho de los dueños del aeropuerto.
Uno de ellos, es el Decreto número 830-03 de fecha 22 de agosto del 2003, con el que se declaró de utilidad pública “en interés social, la adquisición por el Estado Dominicano de varias porciones de terrenos, propiedad de particulares ubicados frente a la terminal del Aeropuerto”.

O sea, los dueños del Aeropuerto del Cibao, (que son fundamentalmente, los dueños de la zona franca de Santiago y la PUCAMAIMA), no querían mantener como vecinos a la gente común que tenía propiedades en los alrededores de su empresa. Pero en vez de negociar con esos propietarios y comprarles sus tierras a quienes quisieran vender, les echaron el Estado encima, haciendo que este declarara los terrenos de utilidad pública, obligando a los dueños a vender y además, adquiriendo las propiedades ¡con dinero del Gobierno!.

Una simpática curiosidad sobre el funcionamiento de esta próspera empresa y de las condescendencias que se gasta el quebrado sector público para ayudar al buen funcionamiento de la exitosa empresa privada, es la cuenta por concepto de agua y basura que le ha concedido Ayuntamiento de Santiago.

La tarifa por agua y basura que paga cualquier familia de clase media en Santiago oscila entre 400 y 500 pesos al mes. En el 2004, el Aeropuerto del Cibao pagó 13,200 pesos al año por ese concepto. Su tarifa mensual fue de 1,200 pesos en promedio, es decir lo mismo que pagarían por consumo de agua y recogida de basura, tres familias comunes.

La diferencia es que por el Aeropuerto del Cibao en el 2004, pasaron, entrando o saliendo, más de 700 mil personas, aparte del personal que trabaja permanentemente en esa empresa. No hay forma de que la basura que generan pasajeros y empleados y el agua que consumen, pueda equipararse a la basura que genera y al agua que gastan tres simples familias dominicanas, cuyos miembros sumarían un total de unas 15 personas.

La clave de los éxitos empresariales de Agripino y del grupo que se ampara bajo su acogedora sotana, radica en que la vara con que se les mide a ellos, no es la misma vara con que se mide al resto del país, y en que mientras a ellos se les sirve la comida con una palangana, el resto del país tiene que resolver con la ración de un gotero.

martes, 9 de junio de 2009

Dos Capos Areonaúticos

PATÍN:

Es el dueño de Servicio Aéreo Profesional (SAP)

Comenzó su “carrera” recogiendo “bultos” de drogas lanzados por narcos colombianos en las proximidades de Limón del Yuna, en la Costa Sureste de la isla. Se “especializó” en llevar drogas al Norte y traer dólares de allá para “lavarlos” en República Dominicana.

El fuerte de su compañía es la traída de dólares, lo que se cubre con viaje para reparar los aviones y viajes comerciales.

En 1978 se hizo piloto de Dominicana de Aviación y entonces autorizaba montar maletas con cargas ilegales para evitar control. Constituyó la SAP antes de que cerraran la línea nacional Dominicana de Aviación en 1993, de la cual fue empleado.

RAFAEL ROSADO:

Dueño de CARIBAIR.

Se hizo piloto civil en el Aéreo Club Quisqueya en Santiago de los Caballeros (1979).
Fue empleado de Aerodomca y de la SAP de Patín. Contrabandeaba Whisky de la isla de San Martín aquí en sociedad con Héctor Morel, quien murió hace poco en un accidente en el aeropuerto del Higüero. Hacía “marú”, esto es, compraba en el exterior mercancías para tiendas, hoteles y restaurantes, y aprovechaba esas operaciones comerciales para el tráfico ilegal de personas.

Luego incursionó en el tráfico de drogas. Unos de sus aviones (un Let de fabricación checa 410, fue capturado con 430 kilos de cocaína, capitaneado por el capitán-piloto Daniel de la Cruz (alias “Sierra Papa”) junto un piloto de apellido Madera como co-piloto.

Su compañía tiene el record de accidentes en la historia de la aviación comercial. El último fue a principio de enero, en su avión Cesna, Saitechion 550, en Bilmighan, Nort-Carolina, saliendo del Higüero; el piloto tenía 15 horas volando, violando la ley. El capitán tenía licencia vencida, dos años sin exámenes recurrentes, los cuales son obligatorios cada 6 meses. Aterrizó sin combustible, después de un intento fallido en otro aeropuerto.

Esto le costó a Rosado el reciente cierre de Caribair por presión de las autoridades estadounidenses.

martes, 2 de junio de 2009

La reconquista del Este y la toma de los Haitises

A la sombra del capitalismo de la era neoliberal y la aceleración de los proceso de acumulación de riqueza por vías ilegales, a través de todas las trampas y todos los tráficos habidos y por haber, mezclados con los acelerados procesos de conversión de los dirigentes políticos y funcionarios del Estado en personas altamente enriquecida y piezas claves de una nueva acumulación ilegal de capital, se ha venido conformando una clase empresarial seudo-burguesa vinculada al delito y detentadora de riqueza fácil.

El capitalista clásico esta por convertirse en pieza de museo. La “lumpen-burguesía” de que nos habló Andrés Gunter Frank en los años 70, ha sido sobrepasada con creces.

La amalgama de los gobernantes corruptos con ese tipo de empresarios sin escrúpulos, --actuando dentro de un orden en el que todo se vale para enriquecerse y donde enriquecerse intrépidamente y sin sujetarse a norma legal alguna, es fuente de poder político, económico y social- además de fuente de “prestigio” medido por al capacidad de consumir y de ostentar riquezas, ha creado un engendro “cualitativamente” superior en la escala de los componentes de la clase dominante-gobernante.


Procedimientos peores y de alta velocidad


La forma clásicas de acumulación de plusvalía lucen cada vez más desfasadas, aunque todavía se practiquen en forma limitada. Los métodos bárbaros de la acumulación originaria se deslizan al presente con nuevas envolturas y nuevas características dirigidas a lograr no solo el capital inicial sino también su reproducción ampliada de a ritmos más acelerados.

La desregulación del capitalismo, la financierización del sistema, la supremacía de la especulación sobre los procesos productivos, la potenciación del egoísmo a escalas nunca vistas, la privatización e individualización de las funciones públicas y los roles políticos, la superposición de la gestión empresarial privada al desempeño de la gestión gubernamental, la usurpación por al interés privado de todos los roles y recursos públicos, han facilitado extraordinariamente la progresiva conformación de esa súper lumpen-burguesía y ese súper delincuente funcionariado político, que debidamente mezclados se convierten en una especie de seudo-burguesía voraz.

Por ese camino hemos llegado a la formación de cárteles de la construcción, de cárteles de la comunicación, de cárteles de la droga, de cárteles financieros…todos ellos asociados a los poderes públicos y a sus principales incumbentes, muy especialmente al Presidente de la República; funcionarios con poder y “cachaza” para usar sin sonrojos sus funciones gubernanmentales en dirección a convertirse en importantes accionistas, socios, co-propietarios y gestores de esos negocios y fortunas, o de una parte de ellos(as).

Por esas vías se concretan alianzas político-económicas, se forman grupos de poder cívico-militares y se despliegan estrategias de perpetuación y enriquecimiento mayor.

A esa dinámica responde la evolución del grupo económico (originalmente de Santiago) que encabezan Manuel Estrella, Félix García, José Clase y otros, registrándose en años recientes una interacción entre ellos y el presidente Leonel Fernández hasta engendrar esa “eficaz” amalgama socio-política.

Leonel y los neo-ricachones del Cibao forman parte de esa seudo-burguesía saqueadora.

Sus consistentes aportes de ese grupo privado a las campañas electorales de Leonel, la subvención gubernamental a las empresas de Zonas Francas, el aporte oficial de 25 millones de dólares al Homs de Santiago, la concesión del Aeropuerto Cibao de Licey al Medio… abonaron ese proceso bendecido por su socio Monseñor Agripino Núñez Collado y su Santa Madre.

Pero ahora esa anómala alianza política-mercurial dio un salto espectacular. El mencionado grupo dejó por fin de ser solo Santiaguero y trasladó su centro de operaciones a la Capital de la República. Compró el diario El Caribe y la Cadena Nacional de Noticias (CDN), amplió sus contratas grado a grado con el gobierno, se asoció (con los buenos estímulos del presidente) a la poderosa empresa constructora ODEBRECH de Brasil y proyecta ser suplidor de cemento para la nueva línea del Metro, para la presa de Palmarito y otras obras monumentales del gobierno.

La atracción mutua Leonel-Grupo Estrella y demás se potenció y de ese matrimonio surgió la idea del “Consorcio Minero”, que a su vez se ha propuesto construir una fábrica de cemento con los fines ya denunciados y otros superiores, nada más y nada menos que en el área de los Haitises; sin reparar en el daño de las excavaciones a la capa freática y en los efectos desastrosos del polvillo ácido a la vida animal y vegetal.

La fábrica de cemento está concebida para aprovecharse de las grandes reservas de piedra caliza existente en el área seleccionada (Gonzalo, Sabana Grande de Boyá)

Los demás propósitos, superiores a esos, guardan relación con la toma completa de los “Haitises”, con su privatización a través de proyectos turísticos, previamente concebidos pero no publicitados.

Para lo primero (fábrica de cemento) se procedió a modificar, con la debida anticipación y el consabido soborno a los/as legisladores/as, los límites originales del área protegida de ese parque nacional, tal y como consta en esta declaración:

“Existe la errónea creencia de que las funciones ecológicas de los Haitises son cumplidas solo por la parte de la formación cárstica que se encuentra protegida, o de que los daños infringidos a zonas altamente perturbadas no pueden potencializarse y multiplicarse”.

“Apenas 720 Km2 en tierra y 120Km2 en el mar están protegidos, significando menos de la mitad de la formación.”

“Desde el fatídico Decreto 319-97; a los intentos continuos por desproteger el área; hasta la aprobación de la Ley 202-2004 que redujo efectivamente de 1400 Km2 a 840 Km2 la formación de Los Haitises suma al conuquismo, la tala para carbón y el saqueo arqueológico de sus restos indígenas, la voracidad de sectores económicos con argumentos y recursos suficientes para convencer a los decisores políticos de la necesidad de aprovechamiento minero de la caliza de los Haitises”.

“La destrucción de los mogotes de los Haitises implica, además de sus impactos sobre la producción, conducción y calidad de las aguas; la biodiversidad contenida y los procesos ecológicos; la ruptura de la unidad paisajística del Karst y la consecuente devaluación del valor ecoturístico de la región”.

“La deuda social acumulada en el entorno de los Haitises por el CEA y por el ordenamiento que creó el Área Protegida que produjo los violentos desalojos recientes y anteriores aún no compensados, involucra en su solución parte de los terrenos transferidos a la Secretaría de Estado de Medio Ambiente para reubicación de los desplazados, que inexplicablemente esta ha cedido a la cementera. ( Declaración Puública de las Comisiones Ambientales de la UASD y la Academia de Ciencias, mayo 2009)

Las pretensiones de avanzar con los proyectos turísticos y privatizar vastas áreas de los Haitises se apoyaría en la exagerada concesión por 99 años al Consorcio Minero de los Estrella de una extensión de 100 mil tareas, área muy superior a la que necesitaría el proyecto de cementera.

Esto evidencia que esa fábrica de cemento es solo un punto de partida, aunque evidentemente pésimamente calculado por sus dueños al menospreciar la reacción que tal agresión a la naturaleza de los Haitises podía provocar.

Pero es que una de las características de este tipo de seudo-burguesía en proceso de expansión, es que hace suya con creces la audacia e intrepidez de la lumpen-burguesía; y al darle rienda suelta a sus pretensiones desmedidas, potenciadas por la impunidad que le garantiza su fusión con la Presidencia de la República, ofende de mala manera la inteligencia de la sociedad.


Hacia el Este del país en competencia feroz por la hegemonía.



Además, ese grupo procedente del Cibao, ha entrado en competencia feroz por compartir la hegemonía nacional y ha decidido avanzar específicamente hacia la región Este del país, donde en los últimos años se ha estado librando una guerra de rapiña silenciosa por la conquista de sus cuantiosos y valiosos bienes raíces de interés turísticos.

La región Este en una región de playas hermosas, de ríos caudalosos, de llanuras fértiles, de montañas húmedas, de formaciones orográficas singulares, de grandes reservas de agua y de costas espectaculares…Con un régimen de lluvia pródigo en las montañas y autocontrolado en sus costas playeras, donde predominan abrumadoramente las horas de sol.

Esta región ha sido desde años atrás blanco de ataque de los nuevos geófagos, de los grandes especuladores en bienes raíces, de los cazadores de paraísos turísticos; generadores -fuera de sus esquicitos ghettos- de verdaderos infiernos para el dominicano y la dominicana común. Y esto se ha acelerado y potenciado en etapas recientes.

Primero fue la Gulf and Western con su elitista Casa de Campo, más tarde traspasada al Grupo Fanjul (aliado como Cisneros a la familia Bush), con asiento en Miami, Florida.

Después fueron los Rainieri, con su famosa y espectacular Punta Cana.

Y luego entraron de lleno los nuevos traficantes procedentes de Venezuela, España, EEUU y de aquí mismo.

Gustavo Cisneros, el destacado potentado venezolano, integrante de la nueva burguesía mafiosa desarrollada, multiplicada expandida durante la llamada Cuarta Republica de Venezuela, ahora cuasi nacionalizado dominicano, se ha volcado -con el visto bueno de Leonel Fernández - sobre las prodigiosas tierras orientales, apropiándose a precio de vaca muerta de amplias zonas con vocación turística en Miches, Higuey, La Romana.

Los Hnos. Hazouri, quienes después de hacer el negocio del siglo a través múltiples obras de ingeniería, de importantes inversiones turísticas y de la privatización a su favor de los aeropuertos dominicanos, asociados a Donald Trump y a otros “desarrolladores” estadounidenses, instalaron el paraíso turístico de Cap Cana. Vinculados además a Hans Hertell, ex-embajador estadounidense en República Dominicana, a Miguel Vargas Maldonado (excandidato presidencial, ex –ministro de obras públicas y dueño actual del PRD), al propio Cisneros y a los Franjul, organizaron no pocos repartos y crearon intensas conexiones con el grupo español que encabezó aquí el aventurero español Carlos Sánchez y fueron cómplices de la estafa que explotó con el escándalo Marbella.

De esos trajines, mediante los cuales esos magnates avanzaron considerablemente en la conquista de la región oriental, no se eximió Jesús Balderas, quien apandillado con Enrique Sarazola y el propio Felipe González, ex mandatario español, ha jugado desde la década de los 80, un papel estelar en la recolonización turística de Higuey al servicio de los clanes económicos de la socialdemocracia española.

Marbella los dividió, pero cesaron los planes de conquista.

Solo que el escándalo Marbella, la estafa financiera más grande en la historia reciente europea, dividió las huestes conquistadoras de la región Este, cargando con la peor parte Miguelito Vargas, sindicado, entre todos, como el principal enlace de Carlos Sánchez, procesado judicialmente en España por esos hechos. Los Hazouri y demás, hábilmente se lavaron las manos “como Pilato”, a pesar de sus grandes implicaciones en el caso Marbella. Leonel Fernández fortaleció vínculos con ellos y les tendió su sombrilla protectora.

No cesó entonces el programa de ocupación-privatización de tan valiosos recursos naturales. La guerra silenciosa ha seguido su soterrado curso. Solo que los apetecidos Haitises no habían sido tocado de lleno. Nadie se había atrevido a hacerlo.

Y no es accidental que quienes se han atrevido hayan sido integrantes de uno de los grupos más típicamente seudo-burgués y semi-mafioso, integrado por ricos sin cunas, por potentados al vapor, al amparo de la asociación en suciedad con el actual Estado delincuente y el presente narco-gobierno que preside Leonel Fernández.


A la carga sobre un gran tesoro
.

Otra vez con la audacia del lumpen-capitalista, del tigre-burgués, de los acumuladores del dinero fácil y cultivadores de relaciones mafiosas y semi-mafiosas con el Estado y sus titulares, se dispusieron a hacer de las suyas. Venidos a la Capital, conectado con la poderosa Odebrech brasileña, cada vez más fundidos con Leonel, no pudieron resistir la seducción de los “Haitises” y la enorme riqueza presente en sus entrañas. Y, finalmente, optaron por intentar su toma.

Los Haitises son el gran tesoro del Este, el néctar de los dioses de la región. Así lo describe la Declaración Pública anteriormente citada:

“Los Haitises constituyen un sistema de captación, almacenamiento, conservación y distribución de agua, al ser la primera barrera que ofrece nuestra accidentada geografía a los vientos alisios cargados de humedad.”

“El agua que aporta Los Haitises fluye principalmente a través de sistemas complejos de cavernas, constituyendo redes superficiales y subterráneas que determinan las características hidrológicas de toda la Gran Llanura del Este y se convierten en la reserva estratégica del agua futura y presente del país”.

“Los Haitises contienen una diversidad biológica única tanto por la variedad y composición de especies como por la peculiaridad de los procesos y biodinámicas que ocurren”.

“Las dinámicas biológicas de la formación de Los Haitises determinan la alta productividad de los suelos agrícolas colindantes e impactan en la naturaleza, evolución y potencialidad agrícola de zonas distantes, pero articuladas por las aguas, la biodiversidad y los fenómenos climáticos asociados a esta formación.”

Los recursos culturales concentrados en los Haitises, aún no valorados en toda su dimensión, forman parte de un patrimonio nacional que merece una atención y cuidado especial del Estado y la Sociedad dominicanos por mandato de varias leyes y convenios internacionales.


“El sistema ecológico de Los Haitises sostiene un régimen muy frágil cuyos procesos biológicos e hidrológicos pueden ser afectados negativamente, alterando la cantidad y calidad de las aguas que produce si se les somete a presiones capaces de interferir en las condiciones de ocurrencia de estos fenómenos.”

“ A pesar de lo imponente del paisaje, la formación de Los Haitises alcanza más de 1,820 Km2; de la alta frecuencia de lluvias, superior a los 2,500 mm3; de la vegetación impresionante; del largo periodo de tiempo en formarse, ciertas presiones podrían iniciar cambios de magnitudes impredecibles.”

“Existe la errónea creencia de que las funciones ecológicas de los Haitises son cumplidas solo por la parte de la formación cárstica que se encuentra protegida, o de que los daños infringidos a zonas altamente perturbadas no pueden potencializarse y multiplicarse.”

“Apenas 720 Km2 en tierra y 120Km2 en el mar están protegidos, significando menos de la mitad de la formación.”

“ Desde el fatídico Decreto 319-97; a los intentos continuos por desproteger el área; hasta la aprobación de la Ley 202-2004 que redujo efectivamente de 1400 Km2 a 840 Km2 la formación de Los Haitises suma al conuquismo, la tala para carbón y el saqueo arqueológico de sus restos indígenas, la voracidad de sectores económicos con argumentos y recursos suficientes para convencer a los decisores políticos de la necesidad de aprovechamiento minero de la caliza de los Haitises”.

“La destrucción de los mogotes de los Haitises implica, además de sus impactos sobre la producción, conducción y calidad de las aguas; la biodiversidad contenida y los procesos ecológicos; la ruptura de la unidad paisajística del Karst y la consecuente devaluación del valor ecoturístico de la región.”

“La deuda social acumulada en el entorno de los Haitises por el CEA y por el ordenamiento que creó el Área Protegida que produjo los violentos desalojos recientes y anteriores aún no compensados, involucra en su solución parte de los terrenos transferidos a la Secretaría de Estado de Medio Ambiente para reubicación de los desplazados, que inexplicablemente esta ha cedido a la cementera.”

“Los terrenos y fondos destinados para completar el reordenamiento del territorio en el entorno de los Haitises fueron dirigidos a fines distintos a los asignados sin saldar la deuda social, multiplicando la pobreza de la población que desde hace más de cien años ha sido desplazada, por el Consejo Estatal del Azúcar (CEA), por las familias oligarcas y por el propio Estado Dominicano, quien se ha convertido en el violador principal de la Ley 64-2000.”

La angurria los lanzó a la toma de ese tesoro, comenzando por intentar instalar la cementera vinculada al mercado cautivo de los megaproyectos anunciados por su socio-presidente.

La audacia es realmente proverbial, parecida a la del dueño del Baninter aquel. Los induce a saltar etapas, a brincar sobre las cabezas de los que ya tienen cartas importantes en la conquista de la región, menos en los “Haitises”.

Piensan que si logran el tesoro se van delante de los demás, con la gabela que implica una protección presidencial que busca no solo el interés económico, el cual está presente y es real, sino también la acumulación de poder para perpetuar el gobierno de esta seudo burguesía parasitaria; y que de plantar bandera de victoria en ese parque nacional podría avanzar considerablemente en el logro de la supremacía política total.

El Grupo Estrella sumaría así mucho más fuerza a las otras fracciones de esa nueva clase liderada por el “villajuanero” transformado ya no solo en neo-caudillo “digital” (frágil precisamente por su digitalidad ), sino en presidente multimillonario con primera dama enriquecida al vapor.

No olvidemos que también ronda los Haitises, con apoyo presidencial, el súper-magnate Cisneros, con amplia experiencia acumulada en las orgías especulativas venezolanas.

El problema de estos señores es que no contaron, o más bien subestimaron, a este pueblo que comenzó a librar la guerra todavía pacifica contra los conjurados que se plantean tomar los Haitises y de paso contra todos los nuevos conquistadores del Este y del propio Palacio Nacional.

Hay provocaciones que se revierten contra sus protagonistas. Desatada la resistencia popular y emergente las capas medias en amplia escalada de lucha, no tardará esta nueva ola en convertirse en gran ofensiva patriótica con estas divisas:

¡No a la cementera!
¡Tierra para los campesinos!
¡Capitalismo depredador e intereses privados fuera de los Haitises!

El país comienza a vivir una nueva etapa de insumisión justiciera

1 de junio 2009